Ya estamos en primavera y parece que nos apetece más cuidarnos para adelgazar esos kilos que hemos cogido durante el invierno. Me he propuesto, en la mayor medida de lo posible incluir en el blog recetas dulces más sanas, con menos calorías y aptas para intolerantes. Esta receta me la dio mi prima Susana, la verdad es que en un principio iba a ser apta para todos los públicos pero no encontré una harina integral sin gluten así que he utilizado harina de escanda (espelta) que me traje de la panadería La Estrella de Castilla de Llanes y el resultado ha sido más que satisfactorio.
La receta es vegana, apta para diabéticos, alérgicos a la lactosa o al huevo y si queremos que sea también para celíacos solo hay que sustituir la harina por una sin gluten y las semillas de chía por 2 huevos porque aunque estas últimas deberían ser sin gluten en la bolsa pone que pueden tener trazas.
Gracias prima por la receta y poner tu granito de arena en el blog.
Ingredientes:
1 y 1/2 taza de harina de escanda
1 cucharada de levadura sin gluten
1 cucharada de bicarbonato
1 cucharada de esencia de vainilla
1 pizca de canela
3 plátanos
2 dátiles
4 cucharadas de semillas de chía
12 cucharadas de agua
2 cucharadas de aceite de oliva
Un puñado de nueces
un puñado de arándanos
Preparación:
1- En un bol machacamos los plátanos junto con los dátiles hasta obtener una textura de papilla.
2- En otro bol echamos la harina, levadura, bicarbonato, canela y la esencia de vainilla. Mezclamos todo bien.
3- Echamos las semillas de chía en un recipiente con el agua y dejamos a remojo durante 15 o 20 minutos hasta que se forme una especie de gelatina.
4- Añadimos los plátanos machacados a la mezcla de harina y trabajamos bien la masa (es importante para obtener un buen resultado).
5- A continuación incorporamos las semillas de chía y el aceite y removemos para que se integren en la masa.
6- Por último echamos la mezcla en un molde alargado previamente engrasado y añadimos el puñado de nueces y arándanos. Horneamos a 200º durante 10 minutos y después bajamos a 170º y seguimos horneando unos 15 o 20 minutos más (hasta que pinchemos con un palillo y salga limpio).
7- Dejamos enfriar a temperatura ambiente y ya está listo para consumir.
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Que curioso, nunca he puesto las semillas de chía en remojo para añadirlas a los panes.
ResponderEliminarSupongo que será para aportar más humedad al no llevar huevos.
Un besín, guapa.
Que bien una receta rica y saludable! Se ve rico el pan ñam!
ResponderEliminarbesos
Que ricooo este pan!!nunca me he atrevido hacer pan, pero creo que viendo este me voy a lanzar. Un abrazo guapetona
ResponderEliminarmuy buena pinta,y seguro que mejor sabor que otros dulces con que tienen tanta grasa.
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