La receta viene en la revista Secretos de cocina de este mes y en vez de utilizar glaseado he usado yema de huevo para las calabazas, chocolate de cobertura blanco para los fantasmas y chocolate de cobertura negro para los murciélagos. Os recuerdo que las gotas de chocolate las podéis encontrar en El Serranillo, que además lo venden a granel y podéis comprar solo lo que necesitéis. Necesitaréis más del negro o blanco dependiendo de si hacéis más galletas de una forma u otra. Por cierto, el aroma de vainilla también lo tienen, en un frasquito pequeño que vale menos de 1€ y está genial.
Ingredientes:
250 g de mantequilla
150 g de azúcar glasé
1 yema de huevo
Unas gotas de aroma de vainilla
450 g de harina de repostería
Para decorar:
200 g de chocolate negro
200g de chocolate blanco
1 yema de huevo
bolitas de chocolate
Preparación:
1- Cortamos la mantequilla en dados.
2- Batimos la mantequilla y el azúcar con una batidora de varillas hasta que se hayan mezclado bien.
3- Añadimos la yema de huevo y unas gotas de aroma de vainilla y volvemos a batir.
4- Echamos poco a poco la harina y seguimos batiendo para que se incorpore a la masa. Mezclamos con las manos para que se una bien y dejamos reposar en la nevera durante 30- 40 minutos para que se solidifique.
5- Precalentamos el horno a 180º. Enharinamos la mesa o encimera, estiramos la masa con ayuda de un rodillo y damos forma a las figuras con los cortapastas.
6- Forramos una bandeja de horno con papel vegetal y colocamos las galletas. (Las calabazas las pintamos con yema de huevo). Horneamos durante 10- 12 minutos hasta que estén ligeramente doradas.
7- Sacamos del horno, dejamos que templen un par de minutos y las pasamos a una rejilla para que enfríen completamente.
8- Calentamos el chocolate blanco al baño María. Una vez que esté derretido lo pasamos a un biberón o manga pastelera y decoramos los fantasmas. Repetimos la misma operación con el negro para decorar los murciélagos.
9- Por último ponemos los ojos de los fantasmas y murciélagos y damos forma a la cara de las calabazas con chocolate negro. Dejamos que seque el chocolate y ya están listas para comer.